El búho casi casi nació en la jaula y ahí se quedó, nunca lo exhibí a mis clientes.
Tras días de aislamiento social por la cuarentena, pensé que era el momento perfecto para retomar y por fin darle alas, así fue como nació esta creación que lleva por nombre Madagascar.
Se preguntarán ¿por qué Madagascar?, bueno, hay una especie endémica de la isla llamado “Búho Orejón de Madagascar”, cuando estuve leyendo sobre él, sus colores y su estilo de vida, supe que era el indicado para darle forma al collar.
Un búho que no era búho
Debo confesar que, inicialmente, todo era un enredo, bolas y piezas de collar regadas por toda mi mesa de trabajo y la intencionalidad de que apareciera un ave en mi diseño tampoco estaba muy clara; tal vez fue una feliz coincidencia que el búho se dejara ver.
Y digo feliz coincidencia porque, aunque él no estaba en mis garabatos iniciales, sí soy una fiel creyente del poder y la energía que emana de los animales y de acuerdo con varias culturas y civilizaciones, también creo que ellos desempeñan un papel fundamental en la vida de las personas.
Pero de eso hablaremos luego…
La pieza que hacía falta
Después del enredo con otro collar, la maravillosa casualidad del búho me indicó la ruta hacia la invención de un accesorio etapa 3 pero que cumpliera con las expectativas de mis clientes.
Me han pedido muchos collares con dije, (el dije es el mordedor de los bebés) y necesitaba que la creación cumpliera con varios objetivos:
- Que se viera la figura del búho en realidad.
- Que fuera seguro en todos los sentidos para el bebé sin que perdiera la sofisticación en su diseño.
- Que cumpliera con los requerimientos de un collar etapa 3.
Cuando todos estos detalles estuvieron cubiertos y el búho hecho, lo noté abstracto, a veces lo veía, a veces no.
Las personas que me conocen saben que hasta que las cosas no queden perfectas, no hay descanso para mí.
Trabajé toda la noche y parte de la madrugada en mi búho para darle vida como se merece, no solo porque es mi reputación la que está en juego, sino porque mis clientes siempre deben recibir lo mejor de VazART.
Aquí está el resultado, juzguen ustedes mismos:
Una simple pieza puede hacer la diferencia.
La espiritualidad y los mensajes del otro mundo
El búho representa sabiduría y está presente en la mayoría de los rituales mágicos de diferentes culturas, yo misma soy creyente de los mensajes del universo y sé que él de una forma u otra se manifestó en la creación de mi nueva pieza.
Cuando empecé a leer a profundidad sobre la sabiduría de los búhos, pude desvelar también una especie de metáfora que hace que, al ser un animal nocturno, se asemeje a la mamá protectora que cuida el sueño de su bebé y eso quise reflejarlo en el collar.
Sabiduría pura
Se dice que a la diosa Atenea siempre la acompañaba un búho, ella en sí misma representa la sapiencia y la inteligencia de los seres humanos y tal vez por eso se hacía acompañar de tan magnífica especie.
En algunas culturas, los chamanes recrean búhos en sus tótems para significar que este es un guardián de la vida futura, esa metáfora me encantó porque es precisamente la filosofía que quiero transmitir a través de VazART, ser guardianes de los bebés a través del diseño de piezas únicas, vibrantes y seguras.
Llevar un búho colgado atrae buenas vibraciones, así que esta se convierte en la excusa perfecta para hacerlo collar y no otro accesorio.
Un búho es todo lo que las mamás somos
Tal vez la maternidad hace que desarrollemos ese instinto de protección y cuidado que solo el búho puede exhibir, en realidad encontré tantas coincidencias con nuestro oficio a tiempo completo siendo madres de nuestros hijos, que no podía dejar pasar la oportunidad de otorgarle a esta ave su pequeño homenaje.
El búho es…
Intuitivo: y las mamás desarrollamos con extraordinaria perfección la intuición para comprender ese primer lenguaje de nuestros pequeños. El diccionario dice de la intuición: “habilidad para conocer, comprender o percibir algo de manera clara e inmediata”.
¡Absolutamente de acuerdo!
Sabio: y doy por sentado que a cada una de nosotras nos rodea un halo de sabiduría cuando nos convertimos en mamás para no abandonarnos jamás, por ello, nuestros hijos, aparte de amarnos, verán en nosotras a sus mejores consejeras para afrontar la vida y dar pasos firmes ante la adversidad.
De agudos sentidos: y en ello nos convertimos cuando de proteger a nuestros bebés se trata, es como si nuestra anatomía se hubiera transformado para hacernos rápidas, tenaces, sagaces y extraordinariamente previsivas ante el peligro.
Silencioso: y no permitimos que mientras velamos el sueño de nuestro bebé caiga la hoja de un árbol sin nuestro permiso. Mamás tan silenciosas como las alas del mismo búho.
Solo puedo decirles que me siento infinitamente orgullosa de esta creación, de esa maravillosa coincidencia de ver al búho en el collar y espero que también lo sientan como un homenaje de VazART para todas esas mamás guardianas, revestidas de la magia y la sabiduría de esta inteligentísima ave.
Cuéntenme qué les pareció el resultado, ¿les gusta?, ¿sienten algún tipo de fascinación por los búhos?
Me encantaría leer sus comentarios.
Gracias a todas por su fuerza vital y su infinito apoyo.
Andrea Vazart.